Es que tiene miedo…

Una de las frases que muchas madres y padres usan es la de…»es que tiene miedo a…», para poder argumentar que su hijo tiene, en un momento determinado, una predisposición de rechazo a hacer algo que pareciese incomodarle.

Lo cierto es que cuando una madre o padre, predispone que su hij@ tiene miedo a realizar alguna acción o participar en algo nuevo, está limitando las posibilidades de experiencias por descubrimiento para el/la hij@.

Esa manera de designar algo que el niño rechaza, no siempre ha de ser fruto del miedo.

Está claro, que el miedo es fruto de experiencias desagradables, situaciones incontroladas y momentos en los que se han experimentado sensaciones peligrosas y en las que no se ha salido de manera muy satisfactoria, pero el designar que un niño no quiere estar en contacto con el agua «porque tiene miedo» no es una afirmación correcta.

Un bebé no conoce el miedo, su corta vida no le ha permitido saborear tantas experiencias que pueda identificar el miedo como una emoción que le suponga ponerse en alerta para la supervivencia.

El reflejo de moro es un reflejo primitivo que se manifiesta cuando existe un cambio de movimiento, un sonido brusco o incluso en situaciones en las que el bebé duerme y se alerta. Es un reflejo defensivo que avisa a los padres de una situación de cambio o alteración,para que los progenitores puedan intervenir en el cuidado del recién nacido.

A veces, una interpretación inadecuada de este reflejo puede llevar al adulto a pensar que el bebé tiene miedo.

Pero los bebés no tienen miedo. Y por ese motivo debemos actuar de forma coherente y de manera cuidadosa. El adulto ha de saber gestionar su propia respuesta, para que el bebé no reconozca en la respuesta de su mami o papi un peligro inminente. De esta manera, se normalizará la situación y quedará claro que no existe nada porque alarmarse.

En ocasiones, los adultos con una respuesta involuntaria de miedo y estress ante situaciones incómodas o inseguras, pueden generar en el bebé un aprendizaje que no es propio.Por lo que un miedo de los padres, puede generar una alerta y posteriormente un miedo a algo que ni tan siquiera sea inherente al bebé o niño.

Un ejemplo claro, puede ser el miedo o rechazo a los perros, la inseguridad acuática o la sobreprotección ante caídas, ect… Situaciones que pueden desembocar en alteraciones emocionales en los pequeños.

Es importante mantener una actitud de calma y seguridad, normalizar estos momentos en los que no existe ningún tipo de riesgo. Ya que no se llegará al riesgo sin antes no haber evaluado que puede generarlo, y de esta manera poderlo evitar.

El agua no dá miedo, nos acompañará toda la vida. Forma parte de nuestra cotidianidad: el aseo, la hidratación, la lluvia, los charcos, ect… El medio líquido está presente cada día de nuestra vida, y forma parte de nuestro desarrollo embrionario: líquido amniótico. Por lo que ,disfrutar del agua en el hogar o en piscinas adaptadas a nuestros bebés; es simplemente, seguir cuidando el desarrollo psicomotor de nuestros pequeños.

Aprovecha la oportunidad que tienes de poder seguir estimulando a tu peque en la bañera de casa, ya que es la forma más económica y segura de seguir promoviendo experiencias únicas e inmejorables para tu bebé.

Y no olvides que si necesitas más orientación y guía, siempre hay profesionales encantados de poder indicarte pautas seguras y eficaces para poder llevarlas a cabo.

En S’ponja, siempre estamos a tu disposición. Disfruta del agua!

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Un movimiento respetuoso

Hablo de estimulaciòn acuàtica respetuosa, para designar la capacidad que debemos tener para saber interpetar el deseo de movimiento de nuestros bebés en agua ,y complacerla.

Educadores acuàticos y padres, somos el medio para el desarrollo de los bebés y niñ@s en agua. Debemos ser capaces de entender, interpretar y seguir el movimiento que nos muestra n, para poder acompañarlos y disfrutar juntos de la experiencia acuàtica.

Ésto conlleva , el conocimiento de técnicas de agarres y tomas que el educador y padres deben conocer y dominar. Seràn el soporte de apoyo para el movimiento de nuestros bebés.

Son agarres basados en tomas osteopàticas, que nos permiten prestar al bebé y niñ@, la màxima movilidad acuàtica para poder conseguir todas las experiencias acuàticas posibles.

Éstas experiencias,sentaràn las bases sòlidas para un desarrollo acuàtico posterior. Un desarrollo integral, que derivarà en el aprendizaje de la nataciòn en edades tempranas.

Nuestra escuela de estimulaciòn acuàtica S’ponja, es pionera en hacer posible que gracias a una metodologìa de enseñanza respetuosa en agua; niñ@s de 4 años de edad sean capaces de nadar a croll y espalda en 10 metros de distancia.

Todo ello desarrollado con mucho amor a nuestr@s alumn@s, transmitiendo seguridad y respetando las capacidades de cada uno.

Nuestro cometido no es tan sòlo «aprender a nadar»; si no que disfruten el camino y puedan optimizar sus habilidades y destrezas, para poder integrarlas en todo el desarrollo psicomotor.

Un camino lleno de gratas y preciosas experiencias, que sòlo la magia del agua nos hace descubrir.

Pilar de Miguel.

Directora de la Escuela de Estimulaciòn Acuàtica S’ponja.

(Pinchar para ver vìdeo)

Mitos y leyendas de la Estimulaciòn Acuàtica

La estimulación acuática podríamos definirla como una estimulación multisensorial que realizaremos después del nacimiento ya sea en bañera o en piscina, utilizando todos los recursos y opciones que el agua nos ofrece: flotación, movilidad multidireccional, presión hidrostática, sensibilidad térmica, relajación, etc… Descubre cuáles son los falsos mitos de esta práctica tan beneficiosa para los peques.

Teniendo en cuenta que la estimulación acuática surge en el hogar y son los propios padres los primeros estimuladores con los que cuenta el recién nacido, es importante que éstos puedan conocer ciertos aspectos que les puedan servir de guía durante el momento del baño. A partir de aquí surge un interés especial por conocer aspectos relacionados con el recién nacido y el agua y por este motivo, queremos destapar ciertos mitos y leyendas que pueden confundir en algunos casos.

1. ¿Un recién nacido puede estar bajo el agua sin ahogarse?

Realmente es una pregunta que se cuestionan muchos padres como consecuencia de vídeos que circulan en internet en los que vemos a bebés que están sumergidos en el agua durante un cierto periodo de tiempo. Estos vídeos no reflejan la realidad, los bebés no pueden estar bajo el agua durante un periodo de tiempo determinado porque su fisiología respiratoria no está preparada para ello. Todos sabemos que el recién nacido procede de un medio líquido en el que no se ahoga. Al nacer, se pone de manifiesto la respiración pulmonar, por lo que el riesgo de ahogamiento es evidente. En el recién nacido, y hasta los seis meses de vida, se mantiene un reflejo llamado respuesta bradicardiaca, esto se manifiesta a través de un cierre de glotis manera natural en los bebés cuyas cabezas son sumergidas en el agua. Conlleva una respiración y un ritmo cardíaco más lento, lo que les permite estar sumergido durante unos segundos.

Tal y como dice Iris Hammelman en su libro ¿Cuánto pesa una nube?: «Unos diminutos receptores en su piel, sobre todo en la zona del labio superior y la nariz, al percibir el contacto con el agua envían una señal al cerebro y éste reacciona ordenando la oclusión de los órganos respiratorios para que se impida la entrada de agua en los pulmones. Simultáneamente, se reduce el ritmo cardiaco, y el flujo sanguíneo se concentra sobre todo en el tronco, donde están situados los órganos vitales. A causa de estas precauciones el organismo necesita bastante menos oxígeno del habitual. El reflejo se ocupa de que el recién nacido pueda permanecer sin riesgo bajo el agua durante algunos segundos».

2. Los bebés hacen gestos natatorios

Esto es totalmente cierto. Los bebés sumergidos cubriéndoles el abdomen, mueven sus brazos y piernas simulando acciones coordinadas propias de la natación. Esto no se conoce como el reflejo de nadar, no obstante, eso no significa que puedan dominar sus movimientos para evitar ahogarse.

3. Mi bebé llora a la hora del baño

Esta afirmación es demasiado contundente e inapropiada, anteriormente dijimos que hemos estado en contacto líquido antes de nacer. Deberíamos tener en cuenta ciertos aspectos que pueden estar condicionando el comportamiento de nuestro bebé:

  • Puede sentir inseguridad y sensación de desprotección.
  • El agua puede estar demasiado fría o caliente.
  • Quizás se introdujo en el agua de forma inadecuada: demasiado rápido.
  • Puede tener hambre y solo quiere comer. Por lo que no es apropiado bañarle, aunque hayamos decidido hacerlo siempre a la misma hora del día.

Es normal que en los primeros días al bebé no le guste bañarse, pero no por eso hay que pensar que se está haciendo las cosas mal. Lo importante es ser cuidadosa y explicarle de forma respetuosa lo que vamos a hacer: «vamos a tomar un baño», «el agua te va a encantar», «te podrás mover libremente y disfrutarás»… Es aconsejable que en los primeros intentos, alguien acompañe a la madre o padre, para ayudarlo y darle la confianza que necesita. Para ello, existen profesionales que pueden guiarte en los primeros baños y en tu propio domicilio.

4. No le voy a introducir las orejas en el agua porque le entra en los oídos

A las pocas semanas de nacer, tu pequeño empezará a segregar cerumen, una sustancia blandita y amarillenta que protegerá sus oídos de agentes agresivos externos y posibles infecciones. Este es el mejor protector natural con el que el bebé cuenta, por lo que la introducción de los oídos en el agua será de manera cautelosa y siempre en posición semisentada o tumbado pero con los oídos por encima de la superficie del agua. Pudiendo introducirlos de vez en cuando durante el transcurso del baño.

Debemos tener en cuenta que las otitis son como consecuencia de cambios térmicos, por lo que debes cuidar la temperatura del entorno y las posibles corrientes de aire.

5. Después del baño tengo que limpiarle bien los oídos para quitarle los restos de agua

El oído cuenta con un mecanismo natural de eliminación de la cera: se desliza lentamente hacia el exterior, impulsada por los movimientos que el bebé realiza mientras se alimenta. Por ello no debes quitar a tu hijo la cera que tenga dentro del conducto auditivo, sino sólo la que le salga al exterior. Hay que hacerlo con la punta de una gasa seca o con bastoncillo de oídos, (nunca con algodón). No debes introducir el bastoncillo porque empujarías la cera hacía el interior y podría dañarse el tímpano.

6. No puedo llevar a mi bebé antes de los 6 meses

Esta afirmación no es cierta. Podemos llevar a nuestro bebé a piscinas que dispongan un tratamiento adecuado del agua, en cualquier caso será de hidrólisis salina (agua salada) y con una temperatura adecuada (entre 33 y 34 grados). De esta manera desde los 20 días de nacimiento podrías llevarlo a una piscina donde tengan de estas características. En ningún caso deberíamos llevar a nuestros bebés a piscinas con tratamientos de aguas cloradas o temperaturas inferiores a las indicadas, estarían expuestos a infecciones en piel y mucosas; así como posibles inflamaciones del oído (otitis).

Pilar de Miguel.
Directora del centro de Estimulaciòn Acuàtica y Prenatal S’ponja.

Educaciòn Acuàtica

Cuando hablamos de Educaciòn Acuática nos estamos refiriendo al proceso de enseñanza que desarrollamos los estimuladores acuáticos, un proceso en el que lo importante es el respeto a la voluntad y predisposiciòn del niñ@ al descubrimiento acuático.

Plantear directrices e invitar al juego experimental es primordial. Queremos que nuestros niños y niñas aprendan a nadar, este es nuestro objetivo; pero hemos de tener en cuenta que el camino a conseguirlo ha de ser natural y fluido.

Si adecuamos nuestra intervenciòn como estimuladores al desarrollo del niño, podremos conseguir que el nado aparezca en edades muy tempranas.

Es fundamental empezar ese proceso desde el primer mes de vida, en el que el bebé viene familiarizado con el medio lìquido (lìquido amniòtico); por lo que el comienzo a la estimulaciòn acuática no les será nada nuevo.

Si seguìmos estimulando durante el segundo año de vida, despertaremos en nuestros pequeños habilidades sorprendentes, tales como: apneas de màs de siete segundos bajo el agua, control respiratorio voluntario, desplazamiento en gateo acuático, destrezas subacuáticas…; y otras muchas que no se manifestarían sino hubiesemos introducido la estimulación acuática en edades tempranas.

Recomendamos a nuestras familias que lleven a sus bebés y niñ@s a centros especializados; donde la temperatura del agua sea caliente y de esta manera,conseguir la mejor actitud del niñ@ para su desarrollo en agua.

En nuestra Escuela de Estimulaciòn Acuática S’ponja, buscamos el máximo confort y bienestar de nuestros bebès y niñ@s.

Pilar de Miguel. Directora de Escuela de Estimulaciòn Acuática S’ponja.

Educación Acuática Respetuosa

Ultimamente estamos muy familiarizados con el concepto de respeto en educación hacia nuestr@s hij@s.

Tanto profesores, maestros, educadores y padres son muy conscientes de este giro tan necesario, en la que en la busqueda de un formato educativo acorde a las necesidades actuales se agrandan los pasos dejando atrás aspectos de una educación autoritaria y cartesiana; y dando paso  a una nueva ola de educación basada en el descubrimiento y la experiencia.

En educación acuática no estamos fuera de esa onda, queremos desprendernos del prototipo de «monitor» que dirije incansablemente juegos y dá ordenes de actuación en una clase de «matronatación»(concepto érroneo para designar la estimulación acuática en bebés y niñ@s); a realmente educadores acuáticos implicados en este nuevo cambio.

En Estimulación Acuática Respetuosa, buscamos el desarrollo integral de nuestr@s alumn@s. El espacio acuático se convierte en un aula experimental, en un medio ingravido que nos permite movernos libremente y a nuestro antojo, donde las posibilidades motoras son infinitas.

El/la alumn@ experimenta el movimiento desde una consciencia propia, no desde unas pautas o directrices de un «monitor». La labor del educador acuático es seleccionar que propuesta de actividades son apropiadas para un grupo determinado de alumn@s, que realmente puedan ser atractivas presentando materiales educativos novedosos y plantear propuestas de juego no dirigido,  dejándo que el niñ@ decida en todo momento como puede «jugar a su juego».

En posteriores artículos , plantearé diferentes formatos de juegos respetuosos que realizamos en nuestra escuela. Propuestas que nos llevarán a un mejor y eficaz desarrollo de habilidades y destrezas acuáticas en edades tempranas.

Pilar de Miguel.   

Directora de Escuela de Estimulación Acuática S’ponja y Directora de C.R.(Centro de Recursos para las Familias).